Michael Anthony Green, de 45 años, salió de la cárcel a los brazos de los familiares, visiblemente consternado después de pasar 27 años en prisión por una crimen que no cometió.
En su mano había una fotografía de su madre, que falleció mientras estaba en prisión. "Piensa en la cosa más preciosa para ti en el mundo, y luego imagina que te quieren quitar", dijo en una entrevista con un canal de televisión.
Green, un nativo de Houston, fue exonerado por evidencia de ADN que demostró que él cometió violación de una mujer en 1983. La víctima había identificado a Green, hace 18 años, en una comisaria de la policía después de haber dicho, en un principio, que no había participado.
Green hace tiempo aprendió a utilizar su ira en actividades más productivas. "Tomé mi ira y la canalicé a estudiar la ley", dijo Green a la Associated Press. "Así es como he vivido, día a día ...haciendolo de esa manera. Levántate por la ley, trata de encontrar una salida." decía.
Al preguntarle qué haría ahora que es un hombre libre, respondió : "Vivir la vida",
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